Podemos asegurar que un exceso de higiene dental puede ser tremendamente dañino a pesar de que al leer esto, nos asalte la duda de cómo es posible, pues se presenta como una aparente contradicción.
A todos los pacientes que acuden a nuestra Clínica Dental Rosa les recomendamos lo mismo, unas pautas de higiene periódicas, diarias pero razonablemente calculadas para no cometer errores ni por defecto, ni tampoco por exceso.
Con ello alcanzaremos el objetivo de mantener una adecuada salud bucodental sin cometer el error de ser nosotros mismos los responsables de algunos daños que podríamos hacernos pensando que, por el contrario, estamos trabajando en pro de nuestro mejor estado dental.
Cuando el exceso de higiene dental se acaba volviendo contra nosotros mismos.
El famoso «ni mucho… ni poco», la justa medida, es como casi todo en la vida, lo más recomendable también en lo que a la higiene y cuidado de nuestros dientes y encías se refiere.
En ocasiones encontramos casos de pacientes que con la mejor intención, han autolesionado su salud bucodental pensando que por contra, estaban favoreciendo la higiene y mejor estado de la misma.
Ante esto, veamos cuáles son las mejores recomendaciones para no caer en el exceso de higiene dental:
- Cómo cepillar los dientes y con cuánta frecuencia: El cepillado de los dientes debe ser un ritual que no implique añadir un plus de fuerza en ello para no provocar sangrado e irritación de las encías. La frecuencia óptima de limpieza de los dientes es de 3 veces al día, salvo que por alguna circunstancia excepcional tengamos que hacerlo alguna vez más. Cuando nos lavamos los dientes de forma compulsiva y reiterara día tras día, acabamos por desgastar innecesariamente el esmalte dental, provocando debilidad y propiciando sensibilidad frente a alimentos y temperatura de los mismos.
- Cuidado con los enjuagues bucales: los componentes de estos productos (bicarbonatos, alcohol o clorhexidina), cuando los mismos se usan con demasiada frecuencia, pueden provocar daños varios como manchas, desgaste del esmalte, ardor en el interior de la boca y encías o alteraciones de la mucosa bucal. No debemos usarlos más de dos o tres veces al día y nunca mantenerlos en la boca más allá de 25 o 30 segundos.
- Tratamientos blanqueadores domésticos: cuando usamos tratamientos y productos blanqueantes para aplicarlos personalmente en casa, debemos saber que estos contienen determinados componentes químicos que, en caso de aplicaciones excesivas o de forma incorrecta pueden provocar con gran probabilidad daños importantes en la dentina, esmalte y encías. Ello puede llegar a causar la proliferación de bacterias dañinas para la boca en su conjunto.
En definitiva, desde Clínica Dental Rosa te aconsejamos que todo tratamiento se haga siempre bajo la supervisión de los profesionales de la salud dental, y que nuestras prácticas sean comedidas y oportunas de forma que no caigamos en dejadez pero tampoco en el error de un exceso de higiene dental.