Es muy común que en algún momento tengamos una muela infectada e igualmente de forma inmediata podremos descubrirlo gracias a que conlleva una sintomatología asociada que da la voz de alarma sobre ello.
Es primordial que en ese caso, el paciente se ponga siempre en manos de profesionales para su diagnóstico y pertinente tratamiento, por lo que en nuestra Clínica Dental Rosa estamos alerta ante cualquier aviso de nuestros pacientes para una rápida y efectiva actuación.
Causa y tratamientos en caso de una muela infectada.
Existen una serie de síntomas que son claros indicadores de que podemos haber desarrollado una infección en alguna de nuestras muelas, síntomas que debemos conocer para actuar de forma adecuada.
- Dolor intenso en la zona, tanto en la propia pieza dental como en el área de la encía que la rodea.
- Inflamación en la encía o incluso en los ganglios cercanos.
- Dolor de oído y/o de garganta.
- Sangrado.
- Presencia de pus.
- Fiebre.
- Sensibilidad al frío y también al calor…
Una infección de este tipo responde a la invasión de bacterias que se encuentra en el exterior y que por contacto de alguna forma con nuestra boca, acaban atravesando tanto la capa más superficial de la muela que es el esmalte como otra más profunda llamada dentina y asentándose en la pulpa. consiguen infectarla y atacarla.
Algunas de las causas por las que una muela se acaba infectando son:
- Caries: se trata de la causa más habitual y común, y ocurre cuando las bacterias consiguen traspasar el esmalte debido a que no se ha detectado y detenido a tiempo, de ahí que sean tan decisivas las revisiones dentales periódicas.
- Pericoronatitis: esta patología es común en el proceso en que las muelas nuevas comienzan a salir y para ello rompen la encía provocando una pequeña grieta o herida que queda expuesta al contacto directo con bacterias que acaban alcanzando las zonas internas y provocando infección.
- Fracturas molares por impacto: es otra vía de llegada de bacterias hasta la pulpa gracias a la fractura de la pieza por un golpe o impacto importante que haya propiciado una rotura de la muela.
- Enfermedades periodontales: tales como la gingivitis o la periodontitis dado que se produciría una infección en cadena, primero en los tejidos que unen diente y hueso y de ahí abriendo paso hasta la pulpa.
Ante esto, ¿Cómo debemos actuar si padecemos de una muela infectada?
- Acudir y consultar SIEMPRE al odontólogo pues no todas las infecciones son de la misma gravedad o intensidad, y por tanto no se tratan de igual forma.
- En caso de infecciones importantes el facultativo podrá recetar la toma de antibióticos en la cantidad, duración y forma de administración precisa del tratamiento oportuno para cada caso. Algunos de los antibióticos más utilizados en estos tipos de infección son la Amoxicilina, Metronidazol, Eritromicina o Clindamicina. Estos o cualquier otro antibiótico deben estar indicados por el odontólogo, nunca recurrir a la automedicación.
- Analgésicos y antiinflamatorios: ayudarán considerablemente a reducir las molestias, el dolor o la inflamación. En ocasiones se administran junto a algún antibiótico y en otras, según determine el especialista médico, no será necesario añadir este último.
Desde nuestra Clínica Dental Rosa estudiamos cada caso de los pacientes que acuden con una muela infectada para adaptar el tratamiento a su circunstancia particular, sabiendo que hasta que no se erradique la causa que origine la infección no podremos dar por concluida la actuación sobre ella.